El Senado aprobó ayer en el paquete económico complementario al Presupuesto 2019, un régimen de monotributo especial para pequeños productores de caña de azúcar, tabaco, yerba mate y te. Consiste en la completa exención del monotributo para productores que no superen la categoría D (facturación anual de $ 322.000), y mantiene la obligación de abonar las cotizaciones previsionales, pero disminuidas en un 50%. Esto equivale a decir que un monotributista categoría D, pasaría a pagar $ 700 en lugar de $ 2.000.
Además, se implementará un sistema de retención para que los pagos fiscales sólo se concreten a partir de que los inscriptos cobran haberes. Esto se debe a que los pequeños productores reciben cobros estacionales y hay épocas del año durante las que no tienen ingresos.
La sanción de la iniciativa no estuvo exenta de controversias. Se aprobó con 32 votos a favor, mientras que ocho senadores se pronunciaron en favor de insistir con la redacción original. Entre estos últimos, los tucumanos Beatriz Mirkin y José Alperovich.
A favor y en contra
En el recinto, Mirkin resaltó que el proyecto sobre “monotributo social especial cañero”, aprobado en la Cámara Alta con el aval del bloque del PJ y remitido con media sanción a Diputados, regresó al Senado luego de haber sido “cambiado totalmente”.
“No me opongo a que los tabacaleros y los fruticultores, así como otros sectores de la economía rural, se incluyan al beneficio que nosotros queríamos para unos 6.000 familias de pequeños cañeros, que están fuera de cualquier recaudación e inserción social”, manifestó la parlamentaria. “Pero a eso lo hubieran hecho por aparte”, apuntó.
“Este no es el proyecto que fue (a Diputados). Por lo tanto tengo que plantear la insistencia con el proyecto original, porque en este no se considera lo central, lo medular”, explicó Mirkin.
“Para quienes no viven en Tucumán y no entienden el sistema, hay una gran cantidad de pequeños productores con pocas hectáreas, que no están inscriptos en la AFIP como monotributistas, porque tienen dificultades en el trámite. Viven en la economía informal, y le tienen que entregar su caña a quienes tienen facturas, que son los intermediarios o ‘cuiteros’ (tienen CUIT), que les pagan muy poco por la caña. En nuestro proyecto se contemplaba que los ingenios iban a ser responsables de inscribirlos y de la retención, en el momento en que reciben la caña. Eso era central y no está más. Incluyeron un montón de sectores rurales, que estoy de acuerdo que se los contemple en otro proyecto especial, pero este era un beneficio para los pequeños cañeros, pedido por las asociaciones de productores de Tucumán”, resaltó la peronista.
En cambio, la senadora radical Silvia Elías de Pérez, celebró “lo que nos mandó Diputados”, porque consideró que si bien votó a favor de ese proyecto original, sabía interiormente que “no era viable”. “Los sistemas tributarios, como las leyes penales, deben tener armonía. Si no, es imposible que se puedan implementar. No se pueden tener parámetros diferentes para cada una de las cientos y miles de actividades productivas” del país, enfatizó la tucumana.
Luego subrayó “dos disposiciones que son importantes”. La primera refiere a la facultad de la AFIP para que, en cada caso, el productor pague durante la zafra de cada actividad; y también para que decida la forma en que pagará: directamente o a través de retenciones, según su actividad.
La segunda apunta al “monotributo para el pequeño productor. Ya no es sólo para el cañero: es para el pequeño productor del norte, que ahora tiene una ley que lo protege, una ley que le disminuirá la carga impositiva y que además le hará más sencilla la vida”, describió Elías de Pérez.